onírico
está el rollo onírico, eso con que se sueña, a veces justo antes de depertarse para ir al cuurro.
a veces, antes de despertarse, sin más !
el punto del sofrito
como, se supone, que los lectores de blog, caso de los hubiera, son sobradamente inteligentes ( menos uno ),algo así, como si fueran de navales, hoy toca hablar de las propiedades catárticas del punto de la berenjena, en relación con el punto del tomate frito.
no sé si allen ginsberg estaría orgulloso de una explicación tan sencilla de los problemas de la humanidad,
la berenjena, hay que echarla al fuego, así, con aceite hirviendo, para que se fría, también con un poco de tomates, todo al fuego, todo frito, como corresponde !
con gas, es más fácil.
el gustirrinín de los anacreónticos
pues, como una disonancia, pero estas sutilezas de bragas, y tal, se dan de patadas con las nuevas generaciones, que ya no piensan en lo único, si no en lo mismo.
para el común de los mortales, la vida es una melange de vicio y virtud.
– de onde sacaches o palabro
– nin puta idea, heino oido por ahi…
– pois eu, teño un primo anacreóntico en cambados !
Haloguinguili
atravesando la pasarela del susto, nuestros mariantonietos, pues eso, la atraviesan.
No hay nada que un gallego, puesto de orujo, no sea capaz de atravesar…